Hola, soy Vanesa Reyes.
Autora, educadora, mamá, generadora incansable de ideas… y profundamente curiosa por naturaleza.
Desde que tengo memoria, me apasiona aprender, escribir, enseñar y crear. Pero no de cualquier manera: siempre sentí que el conocimiento tenía que tocarnos algo adentro, que aprender debía ser una experiencia significativa, transformadora, real. Por eso, hace más de 13 años decidí dedicarme a crear contenidos educativos en inglés y español con un propósito claro: hacer que aprender vuelva a tener sentido.
Con el tiempo, esa intuición fue tomando forma. Primero, en mis propias prácticas. Más tarde, en casa, al acompañar el aprendizaje de mi hijo a través del homeschooling. Y finalmente, en un proyecto que hoy lleva mi nombre y mi huella: Espacio Paideia.
Un espacio nacido del amor y de la necesidad
Espacio Paideia no nació como un plan de negocios, sino como una respuesta a una necesidad urgente: la de ofrecer una educación más flexible, personalizada, humana y significativa, especialmente para quienes no encajan en los moldes tradicionales. Estudiantes con altas capacidades, con estilos de aprendizaje divergentes, con intereses particulares o simplemente con ganas de aprender diferente.
A través de este proyecto, diseño planificaciones y materiales que no solo cubren contenidos curriculares, sino que invitan a pensar, explorar, preguntar y conectar. Materiales vivos, creativos y respetuosos del ritmo de cada estudiante. Porque creo profundamente que la educación no debería ser un camino único, sino un mapa lleno de rutas posibles.
Formación y práctica: un ida y vuelta constante
Actualmente estoy terminando la Licenciatura en Educación y Nuevas Tecnologías, una carrera que elegí justamente porque me permite unir dos mundos que me fascinan: la pedagogía y la innovación. Estudio, investigo, analizo tendencias, y aplico todo ese conocimiento en lo que hago día a día.
Pero también sigo aprendiendo de forma autodidacta. Soy de esas personas que se obsesionan con un tema y lo estudian hasta el más mínimo detalle, que no se quedan con lo que dice el manual y que prefieren crear sus propias respuestas antes que aceptar soluciones que no funcionan.
Además de mi labor educativa, tengo experiencia en marketing digital, diseño y gestión de proyectos, traducción, escritura creativa y académica. Todo eso me ayuda a construir recursos que no solo enseñan, sino que comunican con claridad, belleza y propósito.
Escribir para transformar
Escribo libros, cuadernos, artículos y materiales que buscan romper con lo obvio y abrir nuevas posibilidades. Creo que el lenguaje es una herramienta poderosa para sanar, comprender y cambiar el mundo. Por eso, escribo desde el corazón, pero con mirada crítica y compromiso.
Y no solo escribo para niños o educadores. También escribo para los que sienten que piensan diferente, sienten más, o no encajan del todo. Para los que buscan entenderse mejor, para los que quieren enseñar con sentido, para los que creen —como yo— que la educación puede y debe ser revolucionaria.
¿Qué me mueve?
Lo que me mueve es la posibilidad de imaginar otros futuros. Futuros donde la escuela no excluya, donde los niños no tengan que adaptarse a un sistema que no los ve, donde cada persona pueda aprender de la forma que más sentido le haga.
Mi motor es el deseo de aportar a una educación más libre, más amorosa, más creativa.
Y en ese camino, combino experiencia, formación, intuición, rebeldía, empatía y un toque de locura linda. Porque sí, emprender en educación es una hermosa locura. Pero es la que elegí, y la que me elige todos los días.
Gracias por estar acá y formar parte de este viaje.
Nos seguimos encontrando, en las palabras, en los proyectos y —por qué no— en los mundos posibles que vamos creando.